El trazado muestra un ritmo a 65 lpm, donde no se identifican ondas P. El PR, por tanto, no es valorable. El QRS es estrecho (origen supraventricular) y la respuesta ventricular es irregular (diferentes intervalos R-R). No se observan alteraciones en el segmento ST ni en la onda T.
Ante una arritmia irregular, de QRS estrecho, donde no se objetivan ondas P, debemos sospechar en primer lugar que estamos ante una fibrilación auricular.
La fibrilación auricular es la arritmia cardíaca sostenida más frecuente en la población general. En ella, la actividad auricular es desorganizada y con múltiples focos, lo que puede identificarse como una oscilación irregular de la línea de base en el ECG (onda f, que se ve mejor en V1) o, en los casos más evolucionados, puede no identificarse ninguna actividad auricular. Esta actividad caótica en las aurículas “bombardea” al nodo AV por múltiples estímulos desorganizados, lo que provoca una respuesta ventricular irregular. Dependiendo de la capacidad del nodo AV para bloquear más o menos estímulos la respuesta ventricular en la FA, puede ser más o menos rápida.
La Fibrilación Auricular se clasifica según su tiempo de evolución y su capacidad de revertir a ritmo sinusal en: paroxística (episodios recurrentes y autolimitados de menos de 7 días de duración), persistente (no cede espontáneamente y dura más de 7 días) y permanente (arritmia estable, de larga duración, en la que no es eficaz la cardioversión o recidiva tras ésta en menos de 24h).
Adicionalmente, en el electrocardiograma de este paciente, podemos apreciar voltajes elevados de los QRS, sobre todo, en las derivaciones que exploran la cara lateral (I, AVL, V5 y V6). Esto podría interpretarse como criterios límite de hipertrofia ventricular izquierda, lo cual sería coherente en un paciente hipertenso de edad avanzada.
No se trata de un ritmo sinusal porque no se objetiva onda P en ninguna de las derivaciones. No se observan extrasístoles supraventriculares (latidos esporádicos anormales sobre una actividad eléctrica regular, debidos a una actividad ectópica que se adelanta a la del nodo sinusal). Tampoco es un bloqueo auriculoventricular completo porque veríamos un trazado en el que las ondas P no conducen impulso eléctrico y los ventrículos son estimulados por un ritmo de escape a una frecuencia diferente y no relacionada con la actividad auricular (disociación aurículoventricular). En el BAV de segundo grado Mobitz I se produce un alargamiento progresivo del intervalo PR en cada ciclo, hasta que una onda P queda bloqueada (fenómeno de Wenckebach).
Autores
Rubén Niñez Lorigados. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Afonso Xosé Couso García. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Sept 2019
Para saber más:
Blanco Vidal M, Fernández- Obanza Windscheid E. Electrocardiografía básica. Aproximación práctica a la lectura del EKG.4ª edición 2020.