ELECTROCASO 26

Varón de 73 años asintomático, que consulta al notar latidos irregulares en el tensiómetro electrónico

Información del caso clínico

Nivel de Dificultad:  

Dificultad Intermedia

Varón de 73 años que consulta por haber constatado latidos irregulares en el momento de controlar sus cifras de tensión arterial con el tensiómetro digital. El paciente dice encontrarse asintomático.

Se realiza el siguiente ECG:

caso 26

¿Qué te sugiere el EKG?

Señala la respuesta correcta en base al caso propuesto anteriormente.

El trazado muestra un ritmo sinusal (onda P positiva en II, III y aVF) aproximadamente a 75lpm (cerca de 4 cuadros grandes entre cada QRS). Sobre un trazado regular de base, llaman la atención tres complejos (1º, 7º y 10º), de morfología diferente a los demás. Estos tres complejos QRS se adelantan al ritmo basal, no se preceden de una onda P, son anchos (>120ms) y se acompañan de alteraciones en la repolarización. En el resto de los latidos, el PR es normal, el QRS es estrecho, no se observan alteraciones de la repolarización y el intervalo QT es normal. Con estos datos, podemos concluir que se trata de un ritmo sinusal con 3 extrasístoles ventriculares.

En el ECG, en ocasiones, sobre un ritmo basal definido, podemos encontrarnos irregularidades puntuales, en nuestro caso, encontramos latidos que se adelantan. Estos estímulos “extra” se denominan extrasístoles, y son debidos a una actividad eléctrica ectópica que se adelanta al momento que le correspondería en el ritmo de base. Estos latidos “extra” pueden originarse en las aurículas o en los ventrículos y para diferenciar unos de otros debemos fijarnos en la morfología (anchura) del QRS de la extrasístole.

Las extrasístoles supraventriculares se pueden originar a diferentes niveles, pero siempre por encima del nodo AV, lo que provoca una onda P de características diferentes. A veces la onda P no es visible, cuando se originan muy cerca del nodo AV o en el propio nodo AV. En los extrasístoles supraventriculares, la morfología del QRS será la misma que la del ritmo de base, porque independientemente del origen del extraestímulo, el único paso para entrar en el ventrículo es el nodo AV y este se continúa por las vías específicas de conducción, por lo que el QRS será estrecho.

Las extrasístoles ventriculares se pueden originar en cualquier estructura de los ventrículos (no presentarán onda P). El estímulo debe conducirse “célula a célula”, sin avanzar por las vías específicas de conducción. Esto produce un QRS ancho característico y con alteraciones en la repolarización (segmento ST y onda T).

Comparación morfológica entre extrasístoles supraventriculares (imagen superior) y extrasístoles ventriculares (parte inferior de la imagen).

En ocasiones, las extrasístoles (tanto ventriculares como supraventriculares) no aparecen de forma aislada, sino que siguen una cadencia determinada. Si cada latido normal se acompaña de una extrasístole (ratio 1:1) se denomina bigeminismo. Si la cadencia es 2:1 hablaríamos de trigeminismo y si fuese 3:1 de cuadrigeminismo.

Autores:

Rubén Niñez Lorigados. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.

Afonso Xosé Couso García. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.

Oct. 2019

Para saber más:

Blanco Vidal M, Fdez-Obanza Windscheid E. Electrocardiografía básica. Aproximación práctica a la lectura del EKG. 4ª Edición 2020.

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