El trazado muestra un ritmo ventricular estimulado a una frecuencia programada de 60 lpm (5 cuadros grandes entre cada espiga de estimulación). El tercer complejo es un latido espontáneo (intrínseco del paciente) ya que el QRS no está precedido de espiga de estimulación. Este latido espontáneo inhibe la estimulación en ventrículo.
Llama la atención el intervalo prolongado desde el latido espontáneo hasta la próxima estimulación, pero se trata de un automatismo denominado histéresis.
Estudios clínicos han demostrado que la estimulación ventricular, de forma sostenida y por tiempo prolongado, puede resultar deletérea sobre la función ventricular, describiéndose en la bibliografía científica disfunción ventricular hasta en un 20% de los pacientes con estimulación mantenida. Por esta razón, uno de los objetivos de los marcapasos actuales es reducir la estimulación ventricular innecesaria.
La histéresis es un automatismo destinado a reducir la estimulación ventricular innecesaria. Tiene la finalidad de no estimular cuando la frecuencia intrínseca del paciente sea ligeramente inferior a la frecuencia de estimulación programada.
Tras un evento ventricular detectado, el intervalo hasta un próximo estímulo, es más largo que tras uno estimulado; esta diferencia constituye la histéresis. En nuestro caso, el marcapasos estaba programado a 60 lpm y la histéresis programada a 40 latidos por minuto.
Recordamos que el marcapasos analiza la actividad latido a latido. La histéresis solo se activa después de un latido intínseco detectado y se desactiva cuando el latido es estimulado. Se recomienda activar la histéresis en pacientes con ritmo espontáneo adecuado.
Autor:
Campuscardio.com
Para saber más:
Fernández-Obanza Windscheid E, Blanco Vidal M. Nociones de estimulación cardíaca. 2019.