El trazado muestra una actividad de base sinusal (onda P positiva en II, III y aVF) a, aproximadamente, 60 lpm. El intervalo PR es normal. El complejo QRS es estrecho en todos los latidos y no se observan alteraciones de la repolarización. El intervalo QT es normal. Cuando revisamos la tira de ritmo en la parte de abajo, destacan dos latidos que se adelantan a la cadencia normal del ritmo (complejos 8 y 10). Estos dos complejos QRS no se preceden de onda P de morfología sinusal (fijémonos en la onda P que precede al complejo 8 en la derivación V1, o el complejo 10 en las derivaciones V5 ó V6). Con estos datos, podemos concluir que se trata de un ritmo sinusal de base con dos extrasístoles supraventriculares.
En el ECG, en ocasiones, sobre un ritmo basal definido, podemos encontrarnos irregularidades puntuales, en nuestro caso, encontramos latidos que se adelantan. Estos estímulos “extra” que se denominan extrasístoles, son debidos a una actividad eléctrica ectópica que se adelanta al momento que le correspondería en el ritmo de base. Estos latidos “extra” pueden originarse en las aurículas o en los ventrículos y, para diferenciar unos de otros, debemos fijarnos en la morfología (anchura) del QRS de la extrasístole.
Los extrasístoles supraventriculares se pueden originar a diferentes niveles, pero siempre por encima del nodo AV, lo que provoca una onda P de características diferentes. A veces, la onda P no es visible, cuando se originan muy cerca del nodo AV o en el propio nodo AV. En los extrasístoles supraventriculares, la morfología del QRS será la misma que la del ritmo de base, porque, independientemente del origen del extraestímulo, el único paso para entrar en el ventrículo es el nodo AV y este se continúa por las vías específicas de conducción, por lo que el QRS será estrecho.
Los extrasístoles ventriculares se pueden originar en cualquier estructura de los ventrículos (no presentarán onda P), por lo que el estímulo debe conducirse “célula a célula”, sin avanzar por las vías específicas de conducción. Esto produce el QRS ancho característico y alteraciones en la repolarización (segmento ST y onda T).
En ocasiones, las extrasístoles (tanto ventriculares como supraventriculares) no aparecen de forma aislada, si no que siguen una cadencia determinada. Si cada latido normal se acompaña de una extrasístole (ratio 1:1) se denomina bigeminismo. Si la cadencia es 2:1 hablaríamos de trigeminismo y si fuese 3:1, de cuadrigeminismo.
Autores:
Afonso Xosé Couso García. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Rubén Niñez Lorigados. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Oct. 2019
Imágenes tomadas de: Blanco Vidal M, Fdez-Obanza Windscheid E. Electrocardiografía básica. Aproximación práctica a la lectura del EKG. 3ª Edición 2019.