El trazado muestra un ritmo sinusal de base (onda P positiva en II, III y aVF). Destacan una serie de latidos “adelantados” de morfología diferente a los demás, que, además, siguen una cadencia regular, de forma que a cada complejo sinusal le acompaña un complejo “diferente”.
Estos complejos QRS “adelantados” no se preceden de una onda P, son anchos (>0,12s) y se acompañan de alteraciones en la repolarización. Son compatibles con extrasístoles de origen ventricular.
En el resto de los latidos, el PR es normal, el QRS es estrecho, no se observan alteraciones de la repolarización y el intervalo QT es normal. Con estos datos, podemos concluir que se trata de un ritmo sinusal de base y extrasistolia ventricular en forma de bigeminismo ventricular.
En el ECG, en ocasiones, sobre un ritmo basal definido, podemos encontrarnos irregularidades puntuales. Estos estímulos “extra” se denominan extrasístoles, y son debidos a una actividad eléctrica ectópica que se adelanta al momento que le correspondería en el ritmo de base. Estos latidos pueden originarse en las aurículas o en los ventrículos, y, para diferenciar unos de otros, debemos fijarnos, sobre todo, en la morfología (anchura) del QRS de la extrasístole.
Los extrasístoles supraventriculares se pueden originar en cualquier estructura por encima del nodo AV (incluyendo este), lo que provoca una onda P de características diferentes que a veces puede no ser visible. Se caracterizan por ser latidos adelantados en los que la morfología del QRS será la misma que la del ritmo de base, porque, independientemente del origen del extraestímulo, el único paso para entrar en el ventrículo es el nodo AV, que se continúa por las vías específicas de conducción, lo que producirá un QRS estrecho.
Los extrasístoles ventriculares se pueden originar en cualquier estructura de los ventrículos (no presentarán onda P), por lo que el estímulo debe conducirse “célula a célula”, sin seguir las vías específicas de conducción, produciendo un QRS ancho característico y con alteraciones en la repolarización (segmento ST y onda T).
En la parte de arriba de la imagen se aprecian extrasístoles supraventriculares. En la parte de abajo se representan los extrasístoles ventriculares.
En ocasiones, las extrasístoles (tanto ventriculares como supraventriculares) no aparecen de forma aislada si no que siguen una cadencia determinada. Si cada latido normal se acompaña de una extrasístole (ratio 1:1) se denomina bigeminismo. Si la cadencia es 2:1 hablaríamos de trigeminismo y si fuese 3:1 de cuadrigeminismo.
Autores:
Afonso Xosé Couso García. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Rubén Niñez Lorigados. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CHU Ferrol.
Oct. 2019
Para saber más:
Blanco Vidal M, Fdez-Obanza Windscheid E. Electrocardiografía básica. Aproximación práctica a la lectura del EKG. 4ª edición 2020