El monitor muestra episodios de bloqueo AV de segundo grado Mobitz II.
Cuando nos enfrentamos a un ritmo lento (en este caso una pausa, pero también sería aplicable a las bradicardias sostenidas), debemos diferenciar si el problema tiene que ver con que no se genera el impulso en el nodo sinusal, o que sí se genera, pero no se transmite a los ventrículos.
En nuestro caso, el problema es que algunas ondas P no se conducen. Es importante diferenciarlo de las pausas sinusales, donde la pausa es producida por una onda P que no se genera.
Los bloqueos auriculoventriculares pueden ser de tres tipos según el grado de afectación de la conducción a través del nodo auriculoventricular.
Bloqueo AV de primer grado: Donde todas las ondas P son conducidas pero el intervalo PR es mayor de lo normal; es decir, mayor de 0.20 s.
En el bloqueo AV de tercer grado (Bloqueo AV completo) ninguna onda P se conduce, y el ritmo ventricular está completamente disociado del ritmo auricular. Los ventrículos se contraen gracias a un ritmo de escape.
Los bloqueos de segundo grado se caracterizan porque unas ondas P se conducen y otras no. Se dividen en dos tipos: el tipo I (también llamado Mobitz I o Wenckebach) se caracteriza porque el intervalo PR se va alargando hasta que una onda P no es conducida; el tipo II (Mobitz II) se caracteriza porque el intervalo PR es constante hasta que una onda P no se conduce.
El bloqueo AV Mobitz II, al igual que el bloqueo AV de tercer grado se consideran bloqueos AV avanzados y requieren implante de marcapasos.